La relación de la Santísima Virgen con las Ánimas del Purgatorio es profunda y eterna. Ella es Mediadora universal de los seres humanos ante Dios, y podemos decir que por lo tanto será abogada nuestra en el momento en que seamos juzgados. Pero más específicamente María en su adveración del Carmen adquirió con nosotros, los carmelitas, un compromiso maternal y amoroso que ha sido expresado hasta en dos ocasiones.
Cuando la Virgen se apareció a San Simón Stock, General de la Orden del carmelo, y le hizo entrega del Santo Escapulario, le indicó que quien lo vistiera, no padecería el fuego del infierno.
Siglos después la Virgen transmitió el mismo mensaje a S.S. Juan XXIII indicándole que Ella sacaría del Purgatorio, el sábado siguiente al de su muerte, a quienes hubieran vestido el Santo Ecapulario en vida.
Por eso SS. Paulo VI redactó la siguiente bula en 1613:
"Permítase a los Padre Carmelitas predicar que el pueblo cristiano puede piadosamente creer que la Bienaventurada Virgen María con sus intececiones continuas, piadosas sufragios y méritos y especial protección, ayudara después de la muerte, principalmente el sábado, día a ella dedicado, a las almas de sus cofrades que llevaren el habito carmelitano".
Viviendo una vida acorde con Cristo, y vistiendo el Santo Escapulario que en el fondo es un emblema de los que quieren ser como María Santísima del Carmen, el cielo está más cerca. No olvidemos el lema de la Coronación que hemos elegido: ¡María, Puerta del Cielo!. Este lema refleja mejor que ningún otro este privilegio de los que nos cobijamos bajo su manto protector y amoroso.
Por eso la vinculación de la Virgen del Carmen con las ánimas se refleja en muchos cementerios, donde muchas lápidas y nichos se adornan con imágenes de la Virgen del Carmen. Es por todo ello que la presencia de la imagen de la Santísima Virgen mañana en el cementerio antiguo de Alcalá tiene un significado profundo, y una capacidad reconfortadora para quienes acudimos a recordar a nuestros difuntos en estos días de Noviembre.
Están todos ustedes invitados a acompañarnos mañana 1 de noviembre, festividad litúrgica de todos los Santos, a acompañar a María por las calles del cementerio. Ella, nos recordará el triunfo de Cristo sobre la muerte en esta época de calabazas y disfraces que nada tienen que ver con nuestra celebración secular del día de todos los Santos de Dios, víspera del día de los difuntos. La cita es a las 10:30 en la puerta principal del cementerio y todo aquel que lo desee podrá portar a la Virgen en este breve recorrido que finalizará frente a la capilla con el rezo del Santo Rosario y la celebración de la Santa Misa que será oficiada por nuestro Obispo D. Juan Antonio.