Ir al contenido principal

Milagros de Nuestra Señora del Carmen


MILAGROS DE NUESTRA MADRE DEL CARMEN



La misma tradición cristiana, nos asegura de muy diversas formas, que quién confía en la Virgen, camina por la senda que lleva al encuentro de nuestro Señor. Son muchas las expresiones de esta confianza en la Virgen. Los Santuarios dedicados a honrarla, están llenos de exvotos que manifiestan esa ayuda que nuestra Madre siempre ofrece a sus hijos.

Y lo mismo que la pintura, la poesía, la prosa, las canciones populares, han sabido recoger, esa presencia cercana de la Virgen, que ofrece protección, ayuda y amor, nuestros mayores, siempre han tenido en su corazón, y nos han sabido transmitir, esa veneración y respeto, y ese acudir en medio de nuestras necesidades, a cualquiera de las muchas advocaciones que siembran nuestra tierra, de paz, de consuelo, de salud, de fe en el Señor.

En esta entrada, vamos a ir recogiendo, esa intervención maternal de la Virgen, de nuestra Madre del Carmen, en favor de nosotros, sus hijos, para que sirva de aliento, de confianza, y de total abandono en las manos del Señor, que nunca deja solo a ninguno de sus hijos, aunque nosotros, no siempre seamos capaces de descubrirle a nuestra vera.

Vamos a ir transcribiendo los milagros que el Padre Carmelita, Rafael María López Melús, recoge en uno de sus múltiples libros, en los que trata de dar gracias a Dios, por el don tan hermoso de nuestra Madre del Carmen. Espero que al leerlos, vuestro corazón se llene de agradecimiento a Dios.

LA CUBRÍA CON UN DELANTAL.

"En la lectura popular de Orihuela del 15-2-1896, su director, D. Adolfo Claravana, publicaba la siguiente noticia:

Una niña de tres años y tres meses se extravió a la mita de la tarde del sábado 18 de Enero, y, buscada por todas partes, no apareció. Llegada la noche, sus padres, afligidísimos, acudieron a las autoridades; se alarmó todo el mundo, y el vecindario en masa, movido por resorte del más vivo interés, se púso en movimiento para encontrar a la criatura. En vano fue todo; la noche pasó en la más viva ansiedad, pues a pesar de haber recorrido el monte y huertas vecinas palmo a palmo, nada se logró.
A la mañana siguiente, apenas apuntó el día, se volvío a la faena; se publicaron edictos en los pueblos vecinos; auménto a centenares el número de personas que buscaban a la niña, y, sin embargo, tampoco se logró hallarla. Iba ya transcurrido un día entero; hacía más de veinticuatro horar que la niña no se había alimentado; la noche había sido una de las más frías del año; la niña, descubierta la cabeza y vestida ligeramente, era imposible que hubiese podido resistir, estaría muerta. Además, el monte cercano está sembrado de hondanadas y precipicios horribles que, a oscuras, es muy difícil salvar...
Más he aquí que a las tres de la tarde unos tíos de la niña, rebuscando por aquéllos peligrosos sitios, ven a la inocente criatura tendida al amparo de un extraño saliente de la montaña, y junto a un precipicio de muchos metros de profundidad, cortada casi verticalmente.

-Aquí está, exclaman; pero ¡Ay!, indudablemente está muerta...

Entonces se acercan a ella y ¡oh sorpresa! La niña se levanta, serena y tranquila, abre sus bracitos y se dirige a sus tíos como si tal cosa.

-¡Hija mía, gritan estrechándola contra su corazón, ¿qué te ha pasado? ¿Cómo has podido sufrir esta horrible noche de frío?

-Si no he tenío fío. Dice la niña en su infantil lenguaje.

-¿Cómo es posible?
-Si ha esto toda la noche conmigo una mujé y me tapaba con el delantal.

-¿Una mujer?
-Sí, una mujé.
-Pero esa muer ¿no te hacía nada? ¿No oías tú, cuando cruzábamos por aquí con luces y hacíamos ruido y te llamábamos a gritos?.

- Sí que lo oía; pero la mujé me decía: No te muevas, hija mía, que ya vendrán por tí.
El estupor de los que escuchaban estas palabras llegó a su colmo; aquello, ¡era un milagro!
Trasladada la niña al pueblo, se celebró al día siguiente en la Iglesia Parroquial una solemne Misa de acción de gracias por el hallazgo de la niña.
Y ahora viene lo admirable... al entrar la niña al templo ve una imagen de la Virgen del Carmen, y exclama dando un grito como si volviese a encontrar a una persona querida:

-Made, ésa es la mujé que me tapaba con el delantal.

Calcúlese la sorpresa que producirían estas palabras. Cerca de la imagen de la Virgen había una de San Juan Evangelista.

-¿Es ésa?, le preguntaban para ver si la niña había dicho aquello por capricho.

-No, aquélla, contesta insistiendo en señalar a la Virgen del Carmen.

El entusiasmo de la muchedumbre, que literalmente llenaba la Iglesia, se trocó en lágrimas de fervor; todo el mundo lloraba.

Sacaron a la niña, terminada la función, y la llevaron de casa en casa. Una de ellas fue la del vicario del pueblo. La niña entra en el despacho del sacerdote, en él hay un cuadro de la Virgen del Carmen.

-Ésa es la mujé que me tapaba con el delantal, repite la niña. Sigue visitando muchas casas, y entra en otra dónde había otra imagen igual.

-Ésa es la mujé que me tapaba con el delantal, repite por tercera vez.

Ya no cabe duda, dice el pueblo entero a una voz, esta niña ha sido objeto de un verdadero milagro. Milagro del Escapulario que vestía la Virgen, y que la niña llamaba delantal".

Calendario de actos de la Coronación

Entradas populares de este blog

La Virgen del carmen y las Ánimas del Purgatorio

La relación de la Santísima Virgen con las Ánimas del Purgatorio es profunda y eterna. Ella es Mediadora universal de los seres humanos ante Dios, y podemos decir que por lo tanto será abogada nuestra en el momento en que seamos juzgados. Pero más específicamente María en su adveración del Carmen adquirió con nosotros, los carmelitas, un compromiso maternal y amoroso que ha sido expresado hasta en dos ocasiones. Cuando la Virgen se apareció a San Simón Stock, General de la Orden del carmelo, y le hizo entrega del Santo Escapulario, le indicó que quien lo vistiera, no padecería el fuego del infierno.  Siglos después la Virgen transmitió el mismo mensaje a S.S. Juan XXIII indicándole que Ella sacaría del Purgatorio, el sábado siguiente al de su muerte, a quienes hubieran vestido el Santo Ecapulario en vida. Por eso SS. Paulo VI redactó la siguiente bula en 1613:  "Permítase a los Padre Carmelitas predicar que el pueblo cristiano puede piadosamente creer que la Bienave

Breve historia de Nuestra Señora del Carmen

Nuestra Señora del Monte Carmelo, referida comúnmente como Virgen del Carmen, es una de las diversas advocaciones de la Virgen María. Su denominación procede del llamado Monte Carmelo, en Israel, un nombre que deriva de la palabra Karmel o Al-Karem y que se podría traducir como 'jardín'. Existen hoy en activo órdenes carmelitas repartidas por todo el mundo, masculinas y femeninas, las cuales giran en torno a esta figura mariana. En España es patrona del mar y de la Armada Española. También lo es del Ejército de los Andes, que liderado por el general José de San Martín, gestó la independencia de Argentina y Perú. Es considerada Reina y Patrona de Chile, de sus Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile; es patrona de la Policía Nacional de los colombianos, los transportadores en Colombia; en el Perú es “Patrona del Criollismo” y "Alcaldesa de la Ciudad de Lima"; en Bolivia es la patrona de la Nación y de sus Fuerzas Armadas; y en Venezuela es la patrona del Ejércit